el origen de la costumbre de llevar flores a los difuntos

Hoy en día es costumbre llevar flores a los difuntos, ya sea a su tumba o a su velatorio, en señal de respeto y cariño, como una ofrenda en su memoria.

Pero el origen de esta costumbre nada tiene que ver con esto, ya que como vimos en la entrada dedicada al origen de los ramos de novias (publicada el 20/09/2013), las flores se utilizaban principalmente para unos usos más allá del ornamental (ahuyentar malos espíritus y prevenir de malos olores).

En este caso debemos esta tradición al poder perfumador de las flores, pues los cadáveres de los difuntos eran expuestos o velados antes de ser enterrados durante varios días.

Ni que decir tiene que en la antigüedad no existían los modernos métodos de conservación que tenemos actualmente, por lo que cuando el cadáver llevaba algún tiempo a la intemperie, empezaba a desprender olores cuanto menos desagradables… especialmente en épocas y climas calurosos.

Por esta razón se llevaban flores a los difuntos y se les cubrían con ellas hasta que no eran enterrados.

 

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Cementerio.

Fuente: www.retrum.es

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