Romanticismo (Movimiento cultural)
El romanticismo es un movimiento cultural surgido entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Alemania y Gran Bretaña, que abarcará diferentes ámbitos como el artístico, social, político e ideológico.
Supone una ruptura con las normas establecidas, tiene un carácter revolucionario que se desmarca de todo lo anterior.
Schlegel lo usará para definir su oposición al arte clásico, siendo adquirido el concepto posteriormente por los revolucionarios.
La libertad y el individualismo serán sus señas de identidad más características, trascendiendo del mundo cultural y artístico hacia el político.
Los principales temas (dentro de la producción artística) que van a tratar serán el egocentrismo, la libertad, la muerte, la religión y el amor.
Sus características son:
1) Individualismo/Egocentrismo:
Sentimientos opuestos a la tradición y la norma establecida, exaltando la soledad y la intimidad; el “Yo” como entidad independiente y autónoma.
2) Paisajes:
La naturaleza es observada desde una perspectiva diferente, muy subjetiva, destacando los paisajes tristes, duros, atormentados… con especial interés en las tormentas, desfiladeros oscuros y tenebrosos, etc…
3) Libertad:
Es un anhelo, una necesidad para el artista que quiere expresar lo que siente en ese momento sin necesidad de tener que “encasillarlo” o “encuadrarlo” en unas normas estipuladas y que la mayoría de las producciones siguen de manera casi obligada.
La inspiración debe expresarse tal y como surge.
La misma idea se extrapola a la ideología política, los pueblos que luchan contra opresores o que desean su independencia son exaltados y engrandecidos por los románticos.
4) Reivindicación del espíritu nacional:
En consonancia con lo anteriormente expuesto, se “bucea”, se explora en las raíces de los pueblos (incluso en las de la Edad Media), estudiando las bases culturales que dotarán a determinada población de una identidad cultural propia y una personalidad nacional.