Ángel Barrios Fernández
Ángel Barrios Fernández es un destacado compositor, violinista y guitarrista español nacido en el seno de una familia de guitarristas y cantaores el 4 de Enero de 1882 en Granada.
En su ciudad natal estudió violín, guitarra y armonía; perfeccionando con ello sus conocimientos musicales autodidactas.
En 1900, cuando contaba con tan solo 18 años decide fundar el “Trío Iberia”, un grupo de música que usaba instrumentos populares como la bandurria, el laúd y la guitarra; con el que obtuvo gran éxito y reconocimiento, y que le llevó por diversos países europeos, principalmente Inglaterra y Francia.
En su afán de perfeccionar sus conocimientos no duda en marchar en 1907 a París, donde estudiará con André Gédalge composición.
Será en la capital parisina donde establezca un contacto profundo con numerosas personalidades artísticas y musicales del momento, principalmente españolas, como Manuel de Falla (estableciendo los primeros contactos de lo que posteriormente será una intensa amistad), Albéniz (que ejercerá de “protector” de nuestro protagonista), Granados y Turino.
No permanecerá allí mucho tiempo, regresando a España en 1910 y obteniendo el Premio del Centro Artístico de Granada por su composición para piano “Guajiras”.
Sigue perfeccionando sus estudios de composición en estos años, dando como fruto una de sus principales obras, “El Avapiés” que se estrenó en 1919 con tremendo éxito en el Teatro Real de Madrid; destacando también de este período “Zambra en el Albaizin” y “Una copla en la fuente del avellano”.
En estos años Manuel de Falla expresa su deseo de regresar a España, y más concretamente a Granada, por lo que pide ayuda y consejo a Barrios; comenzando así una estrecha relación que durará hasta que Falla fallezca.
Manuel de Falla, gran amigo de Ángel Barrios Fernández.
En 1928 es nombrado Director del Conservatorio de Granada, pero el estallido de la Guerra Civil española en 1936 hará que la producción artística del país se paralice.
Numerosos artistas se exilian, otros fallecen en el frente, y las circunstancias no son las más propicias para trabajar.
En 1938 dirige la presentación de la Orquesta Sinfónica de la Falange en Granada, y al poco tiempo se muda a Madrid, donde compondrá la zarzuela “La Lola se va a los puertos”, que se presenta en 1951 y obtiene el Premio Nacional de Teatro Lírico, el galardón más importante en la carrera de este músico.
Por estos años empieza a perder visión, quedándose prácticamente ciego; dedicándose entonces a componer obras para guitarra, que dictaba a su discípulo.
Finalmente, en Noviembre de 1964 fallecerá en Madrid a los 82 años de edad.
Algunas de sus obras más importantes además de las ya citadas son:
“La romería”.
“Granada mía”.
“Seguidilla gitana”
“Danzas gitanas”.