Parque Nacional de Doñana
El Parque Nacional de Doñana se encuentra en el margen derecho del estuario del río Guadalquivir, y junto al Parque Natural de Doñana forma el Espacio Natural de Doñana, con una extensión superior a las 108.000 hectáreas que abarcan las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla (España); siendo considerado la mayor reserva ecológica de Europa.
Fue refugio de tartessos, fenicios, romanos y árabes; punto defensivo en los Siglos XVI-XVII y lugar de caza y recolección en épocas posteriores, hasta que en 1963 se crea la Reserva Biológica de Doñana gracias a la adquisición por parte del estado de 7.000 hectáreas, que posteriormente se ampliarían y pasaría a denominarse “Parque Nacional de Doñana”.
En 1994 la UNESCO lo declara Patrimonio de la Humanidad.
El Parque Nacional tiene una extensión de 54.252 hectáreas y destaca por la increíble variedad de ecosistemas que lo forman, pues podemos encontrar playas vírgenes, dunas, cotos, marisma (con más de 27.000 hectáreas) y veras.
Es un espacio de una tremenda biodiversidad, que sirve de refugio permanente y de paso a numerosas especies animales que deciden acudir a hibernar y/o criar a este lugar, dando cobijo a más de medio millón de aves acuáticas (entre otras) anualmente.
Su flora es rica y variada, con más de 900 especies algunas de las cuales están catalogadas como amenazadas, raras o endémicas.
Encontramos también más de 20 especies de peces de agua dulce, 11 de anfibios, 37 de mamíferos no marinos, 21 de reptiles y 360 de aves; destacando por su importancia y el peligro de extinción que aún se ciernen sobre ellos, el lince ibérico y el águila imperial ibérica.
Recibe este nombre debido a que la esposa del VII Duque de Medina Sidonia, Doña Ana de Mendoza, vivió en estos terrenos en el Siglo XVI; denominándose en un principio “Coto de Doña Ana” para sufrir el acortamiento a “Coto de Doñana”, germen de la actual denominación.