Termostato Nest
Google ha comprado hace unos días la empresa Nest por 3.200 millones de dólares que fue fundada por dos empleados de Apple, uno de ellos es considerado padre del iPod.
Nest comercializa detectores de humo y termostatos pero con la filosofía de Apple, es decir, enfocada al usuario. Su producto estrella, el termostato, es un buen ejemplo de ello.
Han sabido crear un mercado nuevo de un producto que en principio no tenía ningún valor y se le consideraba como parte de otro sistema mayor como es la climatización de la casa.
Este termostato evita la necesidad de tener que leerse las instrucciones para poder programarlo lo que en la práctica daba como resultado que la mayoría de los hogares se dejase la instalación encendida o solo se usase como interruptor, encendiéndolo o apagándolo, sin aprovechar todas las capacidades.
Nest utiliza un algoritmo para ir aprendiendo de nuestros hábitos durante las dos primeras semanas que es instalado para finalmente funcionar solo.
Tras su sencilla instalación el termostato nos hará unas preguntas para ir conociéndonos. Luego irá aprendiendo conforme lo vamos usando de manera que sabrá que temperatura nos gusta a determinadas horas y días. Cuando ya conoce nuestros gustos y hábitos, con la función automática, tomará el control realizando los cambios que nosotros hubiéramos hecho, por ejemplo bajando la climatización cuando salimos de casa.
Funciona mediante Wi-Fi por lo que podemos manipularlo desde una aplicación de nuestro móvil ya sea en casa, sin tener que levantarnos del sofá, o desde cualquier sitio donde nos encontremos gracias a Internet.
Al igual que pasa con los productos de Apple si vemos su tecnología una a una no parece una gran novedad pero si comparamos qué es lo mejor que ofrece la competencia vemos que hay algo distinto, algo que nos hace verlo como otra cosa mucho mejor y no comparable.
Por ejemplo el termostato más reciente y de similares características de la multinacional Honeywell también funciona mediante Wi-Fi y ofrece las mismas ventajas pero sin embargo parece un producto antiguo, de otra generación.
